La exposición Habitación compartida. Nuevas adquisiciones y obras en contexto presenta un conjunto de obras que responden a tres niveles de selección: la adquisición reciente, la reserva prolongada y piezas icónicas de la Colección de Arte del Banco de la República. Se articula alrededor de seis espacios construidos cada uno a partir de nociones, matices y contrarios presentes en las obras expuestas.
Este ejercicio museal, donde miniaturas del siglo XIX colindan con retratos burgueses de principios del siglo XX, o en la cual una obra flamenca enriquece la percepción de obras contemporáneas, revela la relación que comparten colección e historia del arte.
Habitación compartida, al propiciar la cohabitación, la promiscuidad, la superposición de obras aparentemente distantes brinda al público una amplia autonomía en la percepción y comprensión de las piezas, en un intento de elaborar sobre un clásico dictamen curatorial.
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La noción de miniatura no es ajena a la obra de Miguel Ángel Rojas. Desde los años ochenta, la forma particular del recorte circular, declinado en fotografías, billetes y hojas de coca, ha caracterizado sus producciones. Paquita compra un helado representa uno de los primeros usos de esta técnica y articula tres segmentos de la obra del artista: el trabajo sobre el centro de Bogotá de finales de la década de los setenta, la experimentación fotográfica de los años ochenta y sus instalaciones contemporáneas más ambiciosas. La obra, presentada como una historieta sobre las desventuras de una niña en las calles de una ciudad se compone de minúsculos puntos, producto de reducciones fotográficas realizadas por el artista, organizados como la trama de una impresión de prensa.